En torno a 1401 se fundó en Salamanca el Colegio de San Bartolomé, conocido como el Colegio Viejo, y cuyos estatutos sirvieron de modelo para los Colegios Mayores. Su fundador fue el salmantino don Diego de Anaya y Maldonado (1367-1437). El edificio primitivo comenzó a construirse a la vez que las Escuelas Mayores, en la segunda década del siglo XV.
El edificio que ha llegado hasta nosotros no responde a un proyecto unitario. Dos de sus lados se levantaron entre 1697 y 1704 y más tarde se inició la construcción de los otros dos y del patio (1760-1767). En 1969 se produjo la última modificación importante (la apertura de la puerta trasera y la construcción de las escaleras), a cargo del arquitecto Chueca Goitia, responsable también del edificio de la Biblioteca.
El Palacio, ya en las últimas décadas, fue sede de las Facultades de Letras y Ciencias, aunque a partir de los años setenta ha cobijado sólo a las Humanidades. En los ochenta se convirtió en la sede principal, de modo exclusivo, de la Facultad de Filología.
La "hospedería" cobijaba a los colegiales, aunque en San Bartolomé no hubo huéspedes antes de 1557. Al reedificarse los lienzos este y norte del Palacio en 1704, la "hospedería" antigua amenazaba ruina. Entre 1704 y 1707 Pantaleón del Pontón diseña las líneas maestras de la nueva construcción. Pero tras su muerte el artífice final de la obra (que se lleva a cabo a partir de 1715) fue Joaquín de Churriguera. La Hospedería de Anaya se utiliza en las últimas décadas para aulas y despachos, además de albergar en el sótano las famosas "Caballerizas", de nombre acorde a sus primeros usos, pero hoy uno de los bares universitarios de mayor ambiente y mejores pinchos de la ciudad.
Además del Palacio, la Hospedería y la Biblioteca, la Facultad de Filología dispone hoy también: